Sunday, December 17, 2006


Por que no subvertir la imagen de una marca ?

Se nos apropian de nuestras ideas (basta ver las publicidades), de nuestros bolsillos (averigüen el precio de venta y el costo de producirla) y de nuestros sentidos (bombardeo constante de publicidad).

Consideramos ético (aunque no todo lo ético es legal y viceversa), salir a la calle a ejercer nuestro poder y demostrar de esta manera que no hace falta mucha inversión, sino un poco de imaginación para causar reflexión en la gente y poner en duda ciertos valores que nos imponen.

Thursday, December 07, 2006


Convertite por un día en situacionista en la ciudad menos situacionista del mundo.
Hace los stencils y pinta a Debord x todos lados........
¿Quién es Guy Debord?

Guy-Ernest Debord (1931-1994)

Nacido en París, Francia, en 1931, en el seno de una familia acomodada. En 1950 se unió al movimiento letrista de Isidore Isou y, dos años más tarde, crea la Internacional Letrista, a la que dará expresión a través de la revista Potlatch (1954-1959), cuyos textos han sido traducidos a la lengua española (Potlatch, Literatura Gris, Madrid, 2002). El letrismo incuba un nuevo movimiento, el situacionismo, que nace a finales de los cincuenta como respuesta radical a la sociedad de masas, a la cultura mediática y a la sumisión de la innovación social a las reglas del mercado. El término situacionista hace referencia al concepto sartreano que describe el pensamiento que analiza situaciones sin buscar su modificación o cambio.

En 1958 creó la Internacional Situacionista, como instrumento de rebeldía frente al sistema y sus nuevas formas de dominación, que desapareció en 1972, al tiempo que Debord comenzó a apartarse de la vida pública. En 1967 publicó su obra más conocida, La societé du spectacle [La sociedad del espectáculo], en la que denuncia la mutación que el capitalismo hace del pensamiento por el espectáculo como sustrato ideológico de dominación.

El espectáculo crea un presente perpetuo apoyado en el espejismo de la tecnología, en el que es posible la ocultación, el simulacro, la mentira. La ficción y la apariencia toman la delantera a la realidad. En definitiva, la inversión de la vida, la autonomía de la ‘no vida’. Se trata, sin duda, de un texto en el que se construye una de las críticas más severas sobre el papel de la mediación cultural.
En los años ochenta reiteró sus convicción acerca de la función del espectáculo, que define como ‘espectáculo integral’, la nueva forma de control hegemónico que surge tras el fin de la guerra fría, tras la caída del comunismo y la afloración de la corrupción en los estados democráticos. La vía libre para la unidireccionalidad del capitalismo que anunciase el análisis marcuseano.

La imagen de la sociedad es una síntesis de la lucha de intereses, de la capacidad de imposición de unos sectores sobre otros, del papel determinante que el control tecnológico de las ilusiones –medios y cultura- tiene en el proceso de dominación. Tecnología, cultura y medios, que gratifican al individuo y lo seducen, son también para Debord instrumentos de sometimiento al servicio de la racionalidad de la economía y del mercado. Instrumentos que desarrollan hábitos de sumisión, desarme del individuo como ser social, cosificación, falsas necesidades. Es precisamente el carácter ‘innecesario’ de la sociedad del espectáculo lo que habilita al individuo para salir de ella, que es la propuesta de ruptura de Debord.
Autor, además del libro ya referido La sociedad del espectáculo, de Considérations sur l'assassinat de Gérard Lebovici (1985), Commentaires sur la société du spectacle (1988) y Cette mauvaise réputation (1993).
Es asimismo autor de seis películas, la primera de ellas dedicada al marqués de Sade (Hurlement en faveur de Sade, 1952), una provocación en blanco y negro que agrede y niega la dimensión expresiva del cine. También realiza La société du spectacle (1973), Réfutation de tous les jugements (1975), etc.
En 1994 se quitó la vida de un disparo al corazón. Sus memorias sobre una vida intensa y controvertida habían quedado plasmadas el libro Panegírico (1989).

Wednesday, December 06, 2006





Cezanne versión 2.0.
Más fácil y más práctico.
Solo queda salir a pintar !!!!

Monday, December 04, 2006

Haciendo un poco de campaña proselitista!!!

Friday, December 01, 2006

SABOTAJE DEL ARTE
x Hakim Bey
EL SABOTAJE DEL ARTE BUSCA ser perfectamente ejemplar y a un tiempo retener cierto elemento de opacidad -no propaganda sino choque estético- terriblemente directo pero sutilmente angulado también; acción-como-metáfora.

El Sabotaje del Arte es la cara oculta del Terrorismo Poético --creación-a-través-de-la-destrucción-- pero no ha de servir a Partido alguno, ni al nihilismo, ni siquiera al arte mismo. Tal como al desterrar las ilusiones se intensifican los sentidos, así la demolición de la plaga estética dulcifica el aire del mundo del discurso, del Otro. El Sabotaje del Arte sólo sirve a la conciencia, a la atención, a la vigilia.

El SA va más allá de la paranoia, más allá de la desconstrucción -la crítica definitiva- ataque físico al arte ofensivo --jihad estética. La mínima mancha de mezquino ego-ísmo o incluso de gusto personal contamina su pureza y menoscaba su fuerza. El SA no puede nunca buscar el poder -sólo puede liberarlo.

Las obras de arte individuales (incluso las peores) son en gran medida irrelevantes --el SA busca dañar aquellas instituciones que se sirven del arte para limitar la conciencia y enriquecerse con castillos en el aire. Este o aquél poeta o pintor no ha de ser condenado por una falta de visión --pero las ideas malignas sí que pueden ser asaltadas a través de los artefactos que generan. El MUZAK está diseñado para hipnotizar y controlar --su maquinaria bien puede ser destrozada.

Quemas públicas de libros --¿por qué han de ser fachas y funcionarios de aduanas los que monopolicen este arma? Novelas sobre niños poseídos por el diablo; la lista de libros más vendidos del New York Times; panfletos feministas contra la pornografía; libros de texto (especialmente Ciencias Sociales, Civismo, Salud); pilas de El Tiempo, El Mundo y otros periódicos de supermercado; recortes seleccionados de editoriales cristianas; unas cuantas novelas rosa --atmósfera festiva, botellas de vino y canutos rulando en una clara tarde de otoño.

Tirar el dinero en La Bolsa fue una forma de Terrorismo Poético bastante oportuna --pero destruir el dinero hubiera sido buen Sabotaje del Arte. Ocupar retransmisiones de TV y difundir unos minutos pirateados de incendiario arte Caótico constituiría una hazaña del TP; pero simplemente volar la torre de transmisiones sería un Sabotaje del Arte perfectamente adecuado.
Si ciertas galerías y museos se merecen un ocasional ladrillazo en los cristales --no destrucción, sino un pescozón a la complacencia-- entonces qué pasa con los BANCOS? Las galerías convierten la belleza en mercancía pero los bancos transmutan la Imaginación en heces y en deuda. ¿No ganaría el mundo un grado de belleza con cada banco que se pudiera hacer temblar... o caer? ¿pero de qué manera? El Sabotaje del Arte debería seguramente mantenerse alejado de la política (es tan indigesta...) --pero no de los bancos.

No hagas piquetes; practica el vandalismo. No protestes; desfigura. Cuando la fealdad, el diseño pobre y el derroche estúpido te son forzados, vuélvete Ludita, mete el zapato en la rueda, contraataca. Destroza los símbolos del Imperio en nombre de nada sino del anhelo de gracia del corazón.